viernes, 25 de junio de 2010

La herida

¿Por qué me he quedado?

Teniendo tanto mundo por comerte, tanto amor por conocer, tanta rabia por sentir y tanta vida que gastar. Te fuiste sin más, sólo un respiro, sólo un último respiro y ya. ¡Vaya manera de partir!. Son muchos los años que llevas viviendo en el recuerdo, pero juro es tan fresco, como una flor recién cortada, sin embargo, tú estás marchito; lejos o cerca, no lo sé, solo ya no estás.

Fue en octubre por la tarde, el niño solo escuchó una caja musical y lo entendió, y es que, así son los niños, comprenden mejor a través de los detalles, tú te habías ido, para siempre.

Y yo aquí, me quedé, reproché antes y ahora también, ahora con Chopin de compañía por la noche. No hay taza de café que acompañe la postal de la lluvia deseando entrar por mi ventana, no hay un libro a mi costado... no hay más de tí, desde hace más de una década.